Hubo un tiempo en que los galanes de noche eran el objeto de deseo de cualquier amante de los muebles. Esbeltos, sencillos y tremendamente útiles, estas sofisticadas perchas aportaban un plus de elegancia a cualquier dormitorio. Lamentablemente, durante los últimos años su popularidad decayó hasta verse relegado a tiendas de antigüedades y sastrerías. Por suerte para todos aquellos que los admiran, una exposición pone de manifiesto que a los galanes de noche aún les queda mucha vida por delante.
Galanes para el siglo XXI, que se puede visitar en el Cotton House Hotel de Barcelona del 6 al 18 de junio, reúne una decena de galanes de noche que llevan la firma de algunos de los diseñadores más importantes del momento. Los hermanos Boroullec, el dúo chino Neri&Hu o Pep Bonet se han atrevido a actualizar este mueble gracias al uso de nuevas técnicas y materiales y, sobre todo, a una nueva perspectiva unisex y adaptada al estilo de vida contemporáneo. Te mostramos todos a continuación, pero te avisamos: las fotos no les hacen justicia.

Majordomo, de Nathan Yong

Con un diseño que bascula entre la delicadeza oriental –propia de su autor– y la robustez europea, este galán con fisonomía de silla es la pieza perfecta para aquellos que aman la cercanía y familiaridad. Tanto su único brazo como el respaldo, fabricados en madera, se complementan a la perfección con las rejillas de fibra vegetal con patrones geométricos que simulan el asiento y que han sido manufacturados siguiendo una larga tradición. Está producido por Gebrueder Thonet Vienna.

Ren, de Neri&Hu
Inspirado por el ideograma chino Ren, que significa “ser humano”, este diseño es apto para los que buscan la elegancia de lo tradicional. Sus accesorios, que cuelgan sutilmente de la estructura, combinan materiales como el nogal, el latón o el cuero, trabajado de forma espectacular. Está producido por Poltrona Frau.

Alfred, de Loris & Livia

A simple vista podría parecer una silla con demasiado respaldo y muy poco asiento, pero cuando uno se fija en los detalles se da cuenta de que está ante un auténtico galán. Por ejemplo, el fino rebaje del respaldo no es sino un lugar donde dejar el cinturón, la corbata o el foulard. Las diseñadoras suizas aportan así sencillez, versatilidad y originalidad en un mueble que creíamos desterrado. Está producido por Covo.

Estenda, de Busetti Garuti Redaelli
El grupo de diseñadores milanés rompe por completo con la imagen que tenemos de los galanes de noche gracias a una estructura móvil que puede configurarse a distintas alturas. Las barras de madera pueden replegarse y adaptarse a cada situación a través de sus piezas de acero, mientras que una base circular sirve como vacía bolsillos. Está producido por Ligne-Roset (En Cubiña).

Petalo, de Eugenia Minerva
Su nombre es bastante revelador, pero no hay más que mirar su silueta para saber que la diseñadora italiana se ha inspirado en una flor para crear este original galán de noche. Está realizado con varas de madera doblada siguiendo la técnica que Michael Thonet difundió por toda Europa a mediados del siglo XIX y ha sido merecedor del premio Red Dot Design Award Honourable Mention 2011. Está producido por TON.

Mate, de (a + b) dominoni y quaquaro

A medio camino entre un mueble y una obra de arte, este galán de diseño italiano bebe de los preceptos minimalistas de la década de los 60. Su silueta, estilizada hasta el límite, se asemeja a dos sillas unidas de manera inversa. Hecho totalmente de acero, está disponible tanto en negro como en blanco. Está producido por Living Divani (En Minim).

Officina, de Ronan & Erwan Bouroullec

Es difícil no sonreír cuando se ve este galán de noche por primera vez. Con la silueta de un monigote –piernas y brazos incluidos–, esta pieza de hierro forjado parece estar esperando a que la usemos como nuestro propio asistente personal. Así, los hermanos franceses han sabido mantener el espíritu de los galanes originales del siglo XIX, que en su país de origen se llamaban valet, o lo que es lo mismo, sirvientes. Está producido por Magis.

Sam, de Carlo Ballabio

Extravagante, casi salido de un cuadro surrealista, este escultural diseño impone con su estructura de nogal. Más complejo que el resto, incorpora un amplio espejo y un taburete, dos añadidos sin duda prácticos para la vida moderna. Excepto el asiento, todos los elementos son intercambiables entre sí, lo que permite jugar con las distintas alturas y el modo de uso. Está producido por Porada.

Galant, de Pep Bonet

Aunque fue diseñado en 1980 por el arquitecto catalán, este galán está más vigente que nunca. Por eso ha sido recuperado ahora por Sic97, siguiendo al detalle el modelo original. Realizado en madera de sapelly y haya, el galán cuenta con varias barras, tanto horizontales como verticales, que le dan una gran versatilidad. Está producido por Sic97.

Galán, de Andrés Martínez
Desde Barcelona llega el galán más esbelto de la lista. Una losa de mármol emperador sirve como base a una sencilla barra de nogal rematada en un pomo, que actúa como sombrerero. Además, se incorpora una pequeña caja joyero y una percha del legendario fabricante italiano Toscanini. Un auténtico clásico contemporáneo. Está producido por Nomon.